miércoles, 11 de diciembre de 2019

El desembarco de Normandía o "el día D"

Es una de las batallas más conocidas de la Segunda Guerra Mundial, junto quizás el suceso de Pearl Harbor, las bombas de Hiroshima y Nagasaki, entre otras. Quizás ha sido el cine quién nos ha acercado esta importante batalla a la sociedad actual, pero ¿es cierto todo lo que nos cuenta el cine?



El Desembarco de Normandía tuvo lugar en la "segunda etapa" de la Segunda Guerra Mundial. Segunda etapa porque podemos distinguir una primera etapa donde es la Alemania nazi la que está obteniendo las victorias, y una segunda etapa, donde son los aliados los que van venciendo o restándole conquistas a Alemania.
El Día D, como también se conoce a este suceso, tuvo lugar el 6 de junio de 1944 en Normandía (Francia) y donde desembarcaron más de 150.000 soldados procedentes de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña (frente a 40.000 soldados alemanes). Este hecho formaba parte de la "Operación Overlord" diseñada por Eisenhower para liberar a Francia (que desde 1940 tenía el régimen de Vichy, es decir, que había firmado un armisticio con la Alemania nazi, y era la Alemania nazi quien "gobernaba" el país galo). Las fuerzas aliadas superaron en número y por estrategia a las tropas dirigidas por el mariscal Rommel. El desembarco se produjo en los primeros momentos del alba, y aunque las dos primeras horas parecían perdidas y una carnicería para los aliados (los aliados debían saltar de los barcos y avanzar hasta la playa andando cargados con las municiones y los fusiles, mientras que los ejércitos alemanes gozaban de la ventaja de estar en una posición más elevada, secos y con mejor visibilidad), en la tarde ya no había duda de que los vencedores de la operación serían los aliados. De las playas en las que se llevó a cabo el desembarco, el más sangriento de todos lo sufrieron los estadounidenses en Omaha. Lo que muchos no conocen, es que antes de que se produjera el propio desembarco de tropas, hubo una fuerte batalla naval, donde hundieron 27 de los 29 acorazados aliados. Una vez las tropas aliadas fuera de los barcos, debían acercase en lancha a una playa plagada de trampas y bombas puestas por los soldados alemanes. Al acabar la noche, la playa de Omaha ya era de los aliados, pero no sin perder, sólo en esa playa a más de 3.000 hombres. Eso sólo fue, el comienzo de una serie de batallas que irían ganando los aliados en favor de los alemanes.


El éxito de esta operación se debió gracias a varios factores: 

  • La aviación aliada bombardeó y destruyó los puentes del Sena y el Loira, por lo que las tropas alemanas de Normandía no pudieron recibir más refuerzos de tropas. 
  • Los alemanes no podían defender los 4.800 kilómetros de costa que había desde la frontera con España hasta la frontera con Holanda, ya que la mitad de sus efectivos estaban concentrados en el frente Oriental combatiendo con la Unión Soviética.
  • Los altos mandos alemanes no sabían en qué punto exacto de la costa francesa se haría el desembarco, por lo que no estaban preparados. Tampoco estaban de acuerdo en la táctica, sino que se contradecían unos a otros.

La "batalla" es conocida por la localización de Normandía, pero se distribuyó a lo largo de cinco playas de la zona: Omaha, Juno, Sword, Gold y Utah (todo nombres en clave), siendo quizás la más conocida, la de Omaha. Como curiosidad, debemos conocer, que el desembarco estaba previsto para el 5 de junio, pero por las malas condiciones metereológicas y marítimas, se pospuso para el día siguiente. La Operación Overlord planeada por Eisenhower finalizó el 30 de agosto, con la retirada de las tropas alemanas por el valle del Sena, habiéndose liberado París el 25 de agosto. 

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martes, 10 de diciembre de 2019

¿Fue Cleopatra la mujer más poderosa de la Historia antigua?

¿Es realista la imagen que nos mostró Elizabeth Taylor en Cleopatra (1963), o nos ha llegado una imagen de ella errónea? Lo que conocemos de ella es que consiguió enamorar y conquistar al hombre más poderoso del momento, Marco Antonio, pero... ¿hay algo más?




La historia de amor entre Cleopatra y Marco Antonio duró unos 14 años, con 3 hijos de por medio. Pasaron etapas separados y etapas juntos, pero desde el día que Cleopatra se propuso conquistarlo (pese a que él todavía estaba casado con su anterior esposa) quedó cautivado por Cleopatra y todo su esplendo, pues lo recibió en un barco con la popa de oro y los remos de plata. Pese a que Marco Antonio se había casado con la hermana de Octavio, decidió repudiarla, abandonar sus compromisos políticos y militares, para llevar una vida de lujos junto a Cleopatra (esto convirtió a Marco Antonio en enemigo de Roma). Esto desencadenó una guerra y en 31 a.C. las fuerzas de Marco Antonio y Cleopatra fueron derrotadas, ganando Octavio en la batalla de Actium. Y es aquí donde viendo su destino sellado, entra una historia que nos es bien conocida por William Shakespeare, la de Romeo y Julieta: Marco Antonio recibe la noticia de que Cleopatra a muerto y decide acabar con su vida clavándose su propia espada. Cleopatra al saber el desenlace de Marco Antonio, y no siendo capaz de conquistar a Octavio (dice la leyenda, que a Octavio no le gustaba su nariz), se envenenó con el veneno de un serpiente. Os suena la historia, ¿verdad?

Pero, ¿quién fue Cleopatra?

Cleopatra Filopator Nea Thea, o Cleopatra VII, nació entre el 69 y el 68 a.C. Fue la última reina de Egipto, con la que acabó la era Helenística de Egipto y la dinastía Ptolemaica. Huyó con su padre a Roma con sólo 11 años para escapar de su hermanastra. Cleopatra que estaba decidida a devolverle el esplendor a Egipto no dudó en usar su inteligencia y su belleza para conseguir su plan. Con las ayudas necesarias, y tras la muerte de su padre, regresó a Egipto para hacerse con el trono, casándose con su hermano Ptolomeo XIII. Su marido, que quería gobernar en solitario, planeó deshacerse de Cleopatra, pero ella se enteró del complot y huyó a Siria. Allí conoció a Julio César, que tras 4 días (con sus 4 noches) con ella, se enamoró perdidamente. Y no sólo por la belleza de Cleopatra, sino que Cleopatra era una mujer altamente instruida: conocía 9 idiomas, le gustaba la astronomía y era conocedora de prácticamente toda la Biblioteca de Alejandría. Este amor, fue uno de los motivos que condenó a Julio César: se embarco en una Guerra Civil en Egipto para devolverle el trono a Cleopatra, algo que no aprobó el Senado. Tras el asesinato de Julio César en el 44 a.C., Cleopatra, que había tenido un hijo con el, escapó de Roma por miedo y regresó a Egipto. Y es entonces cuando entra Marco Antonio, sucesor de Julio César, estaba en Egipto luchando con Octavio por el control de la zona, y tras salir victoriosos en la batalla de Filipo, Marco Antonio quiso conocer a la reina de Egipto, y es aquí donde comienza la historia.
Cleopatra consiguió el poder y el esplendor que pretendía devolver a Egipto, y Marco Antonio no le negó nada de lo soñado por ella.
Con la muerte de Cleopatra, donde Egipto había conseguido prácticamente el esplendor de épocas pasadas, Egipto pasó a ser una provincia romana más en el 30 a.C. acabando así con 3.000 años de historia faraónica.
Desde luego, Cleopatra consiguió lo que ninguna otra reina antes había conseguido: se había aliado con los hombres más poderosos del momento para poder cumplir su sueño, ser reina de Egipto y devolverle el esplendor perdido. Es por eso, que debe conocerse su historia, a parte de la leyenda o historia romántica entre Marco Antonio y Cleopatra que nos ha transmitido el cine durante décadas.

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Mitos y verdades sobre la Inquisición medieval



¿Fue la Inquisición medieval tan cruel como nos ha llegado hasta nuestros días? Para empezar, debemos saber que existieron dos modelos inquisitoriales diferentes y no relacionados entre sí. El primero en el tiempo fue la Inquisición medieval, que se consolidó a principios del siglo XII y el segundo, y totalmente diferente, la Inquisición española, creada en el siglo XV. Hay diferencias entre ellos. Mientras que la Inquisición medieval era un organismo que gestionaba directamente la Iglesia y que contaba con el apoyo de los reyes y príncipes seculares; la Inquisición española era un organismo gestionado por los Reyes Católicos, que trabajaban conjuntamente con la Iglesia, o mejor dicho, la Iglesia ayudó a gestionar y a llevar a cabo los propósitos que habían diseñado los Reyes Católicos. La Inquisición española pretendía la unificación religiosa de los reinos de España en el cristianismo, y su máxima era la erradicación del judaísmo y del Islam en la Península. La Inquisición medieval no entraba en estas religiones, pues no era su campo de trabajo, sino que se centraba en las variantes o "desviaciones" del cristianismo, es decir, perseguía, juzgaba y condenaba a cátaros, valdenses, hugonotes, y diferentes sectas más minoritarias y por lo tanto, más localizadas y más minoritarias en número de adeptos. El objetivo fundamental de la Inquisición medieval era erradicar la herejía. La herejía eran esas desviaciones dentro del credo del Cristianismo que se establecía como válido, como "el auténtico".
No podemos negar que la Inquisición medieval también uso la tortura y la quema de brujas o hechiceras, pero en mucho menor medida de lo que creemos. Fueron los protestantes en los siglos XVII y XVIII los que llevaron a cabo las grandes quemas de brujas de la Historia, mientras que en la Inquisición medieval se dedicó más a los castigos como expropiación de bienes, prisión permanente, o castigos como peregrinaciones con marcas visibles en la ropa que provocaba un rechazo de la sociedad hacia esa persona, ya que era visible que era una persona contaminada. Sólo se pasaba a la "relajación al brazo secular" (ésta era la fórmula que se dictaminaba en los procesos inquisitoriales para que una persona sospechosa de herejía fuera condenada a morir en la hoguera), si era un claro reincidente de herejía, es decir, que tras haber sido juzgado y perdonado, o tras haber cumplido con el castigo asignado, se le volvía a enjuiciar por el mismo delito del que se le había acusado con anterioridad. Esto no significa que no se condenase a nadie a la hoguera, pero era muy poco habitual, según hemos comprobado en los manuales de los inquisidores y en los registros de la Inquisición medieval que han perdurado hasta nuestros días.
La Inquisición española tuvo mucha más repercusión que haya llegado hasta nuestros días. Por ejemplo, casi el total de la población a la que le preguntes por la Inquisición, relacionarán el término con "española", y es que la organización, con la figura de Torquemada al frente de ésta, llegó casi a eclipsar por completo, la existencia de una Inquisición anterior, quizás porque los métodos de la Inquisición española fueron más cruentos y numerosos (para la zona en la que tenían influencia, ya que la Inquisición medieval tuvo influencia en toda Centroeuropa -especialmente en Francia). La Inquisición medieval contaba con la ayuda de los señores feudales y allí donde el feudalismo tenía mucho poder, allí tenía poder la Inquisición medieval. En España, la Inquisición medieval estuvo algo presente en el Reino de Aragón, pero no fue de los lugares con más influencia inquisitorial, siendo estos Francia y Alemania.
Como conclusión, debemos cuestionarnos todo lo que nos llega, en especial, lo que damos por seguro por tradición en el tiempo. Debemos informarnos y contrastar lo que creemos cierto, con lo verdaderamente cierto. Es cierto, que siempre tendrá más repercusión en la sociedad los detalles escabrosos y morbosos de las historias, por lo que son esos detalles lo que perduran durante generaciones. Es por eso, que la palabra Inquisición siempre estará relacionada con "brujas", "miles de muertos" y "quema en la hoguera". Pero es nuestro deber, tumbar falsos mitos, o al menos, dar la información más correcta y concreta posible.

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Carlos II de España, "el Hechizado". ¿Es un sobrenombre acertado para él?

Carlos II fue el último monarca de la dinastía de los Habsburgo. Dado que no tuvo descendencia, tras su muerte, al no dejar un descendente, se produjo la Guerra de Sucesión española (1701-1713), con los candidatos al trono eran Felipe de Anjou (la elección del propio Carlos), y el Archiduque Carlos de Austria (la elección de su esposa, Mariana de Neoburgo). Fue hijo y heredero de Felipe IV y Mariana de Austria. Nacido, tras décadas de consanguineidad entre familiares, el 6 de noviembre de 1761, murió en Madrid tan solo 38 años después.


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Carlos II de España, Juan Carreño de Miranda, via Wikimedia Commons [10/12/2019 14:28]

Durante su reinado, permaneció bajo la regencia de su madre Mariana de Austria, hasta su mayoría de edad en 1675. Su sobrenombre "el Hechizado" le provenía de los sucesivos matrimonios consanguineos entre familiares, por lo que su estado físico, no se debería (como le atribuían los de la época) a la hechicería, brujería o que sufriera una maldición, sino que posiblemente su debilidad física y su infertilidad se debiera al Síndrome de Klinefelter.
Toda la historiografía que se ha producido sobre la figura de este rey, lo consideraron como la "máxima expresión de la decadencia de la monarquía española", pero últimamente se esta refutando esta teoría, ya que durante su reinado no hubo períodos de crisis, no perdió territorios españoles frente a la política expansionista de Luis XIV, supo promocionar el aumento de riqueza en sus reinos, acabó con el hambre en sus territorios, mantuvo durante su reinado la paz en sus territorios, y consiguió una de las mayores deflaciones de la Historia, por lo que ¿o no era tan incapaz de gobernar, no tan mal rey, o estaba rodeado de hombres muy capaces que le asesoraban para gobernar? Debemos pensar que era que estaba rodeado de grandes asesores, pues no fue educado para saber gobernar, ya que al tener una salud tan frágil se suponía que moriría joven.
Se casó dos veces, la primera con la sobrina de Luis XIV de Francia, María Luisa de Orleans, cuyo matrimonio duró 10 años, y que tras la muerte de ella sumió al rey en una profunda depresión. Más tarde, volvería a casarse con Mariana de Neoburgo que fue la verdadera líder política (junto con la ayuda de consejeros) del Imperio, ya que el rey era "incapaz".

Remedios que "sufrió"


En la época en la que vivió Carlos II, su condición física (su prognatismo maxilar inferior heredado por parte paterna), su infertilidad (pese a haberse casado dos veces), su débil condición física, y su poco interés por la caza y sí por la cocina (dicen las crónicas, que se pasaba las horas encerrado en la cocina comiendo chocolate), llevaron a las gentes de la época a afirmar que estaba "embrujado". Además, su primera esposa, María Luisa de Orleans, murió virgen tras 10 años de matrimonio, y su segunda esposa (elegida porque los padres de ella habían engendrado 23 hijos), Mariana de Neoburgo (la cual simuló numerosos embarazos) hicieron pensar que habían hechizado al rey con la imposibilidad de engendrar hijos, vertiendo la pócima en una taza de chocolate. Por ello, y aunque resulten los métodos más increíbles, se utilizaron con Carlos II "remedios" como: 
  • Dormir con los restos de sus familiares que habían concebido muchos hijos.
  • Beber toda clase de pócimas y remedios.
  • Se le practicaron exorcismos.
  • Le pusieron pichones muertos sobre la cabeza para evitar la epilepsia.
  • Entrañas de cordero calientes para curar sus problemas intestinales.

La autopsia del Rey


La autopsia del rey reveló "que el cuerpo no tenía ni una gota de sangre, el corazón era tan pequeño como un grano de pimienta, los pulmones estaban corrompidos, los intestinos putrefactos y gangrenados, tenía un sólo testículo necrótico, y el cráneo lleno de agua (hidrocefalia)". Este testimonio debemos cogerlo "con pinzas" ya que hay otros testimonios, como el del nuncio papal, que afirman que pese "a ser feo y tener problemas para enderezarse, tenía momentos de lucidez y vivacidad, aunque no lo demostrase en ese momento, donde parecía estar ausente y lento, y finalmente carecer de voluntad propia. Desde luego, Carlos II sufriría problemas físicos y mentales, debido a la consanguineidad familiar, pero no creo que todas las dolencias que aparecen en la descripción las padeciera, simplemente, porque no habría sobrevivido los 38 años que perduró. Si que es cierto que lo amantaron hasta la edad de 4 años, no supo leer hasta los 10, y nunca llegó a aprender bien a escribir. Sufría problemas óseos, probablemente por una falta grave de vitamina D, ya que se evitaba sacarlo al exterior por miedo a los enfriamientos. Padeció la rubeola, el sarampión, la varicela y viruela, además de numerosas infecciones respiratorias. Tenía ataques de cólera y epilepsia hasta los 15 años que repitió en las últimas etapas de su vida. En esos últimos años, también sufrió de cálculos renales que le provocaron la hinchazón de manos, pies, cara y lengua, al igual, que severas diarreas, que lo dejaban aún más fatigado y extenuado de lo que ya estaba.


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Tregua de Navidad durante la Primera Guerra Mundial

Durante toda la Historia de la Humanidad había habido cruentas guerras donde no había existido ni un atisbo de humanidad hacia el contrincante. Sin embargo, también hay lugar para las excepciones en la Historia, y la más bonita de las excepciones sucedió el primer año de la Gran Guerra, la guerra más cruenta y mortal que se había vivido hasta el momento, o al menos, que se recordaba hasta entonces.




Pero antes de detallar que ocurrió esa víspera del día de Navidad entre los bandos beligerantes, debemos conocer un poco más sobre la Primera Guerra Mundial:
La Primera Guerra Mundial (anteriormente llamada "la Gran Guerra") fue un conflicto bélico que se desarrolló en los países más predominantes del momento (de ahí el calificativo de "mundial") y que transcurrió desde el 28 de julio de 1914 al 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio. La guerra la formaban dos bandos enfrentados: por una parte la Triple Alianza, que lo conformaban el Imperio alemán, y Austria-Hungría (más tarde, se unirían el Imperio Otomano y el reino de Bulgaria), y por otra parte, la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y Rusia (a los que más tarde se unieron el Imperio de Japón y los Estados Unidos).
Hubo muchos desencadenantes como las políticas de imperialismo en África, los resquicios y las heridas en las conciencias que no habían sanado tras la última guerra franco-prusiana de 1870, pero el desencadenante clave que desató el más grande conflicto bélico hasta el momento, fue el asesinato del archiduque de Austria, Francisco Fernando, a manos de una nacionalista serbio. Esto desató una crisis diplomática entre Austria-Hungría y el Reino de Serbia. En poco más de un mes, todos las potencias centrales se habían movilizado buscando sus tratados forjados durante décadas, para posicionarse en uno de los bandos y comenzar la guerra.


La Tregua de Navidad

La guerra se estaba desarrollando en las trincheras (debemos recordar que la Primera Guerra Mundial también es conocida como "la guerra de las trincheras"), en unas condiciones totalmente insalubres y el invierno de 1914 fue especialmente crudo. Muchos hombres morían congelados, tras haberse pasado meses malviviendo bajo tierra. Todo cambió la noche del 24 de diciembre de 1914. De manera no oficial (los altos mandos de ninguno de los bandos o ejércitos que se encontraban en el Frente Occidental dio consentimiento o alguna orden de alto el fuego esos días), las trincheras alemanas de Ypres comenzaron a decorarse con pequeños árboles y luces. Un soldado (al que después siguieron todos) comenzó a entonar las primeras notas del villancico Stille Nacht. La trinchera del frente británico estaba a unos 30 metros de la alemana, por lo que se oía, en el silencio de la noche, aquella música. Acto seguido, los británicos continuaron cantando el mismo villancico, esta vez, en inglés Silent Night. Poco después, un soldado se atrevió a salir fuera de la trinchera con un cartel que rezaba "tu no disparas, yo no disparo". Así, de una manera totalmente improvisada y digna de pasar a los anales de la Historia, esa noche soldados alemanes y británicos se estrecharon las manos, compartieron regalos (chocolate, bebidas, cigarrillos, botones de los uniformes como recuerdo, fotografías...). La mañana siguiente, día de Navidad, se disputó un partido de fútbol (cuyo marcador fue 3-2 a favor de Alemania), y una misa debido a la festividad del día, cuyo Salmo fue leído en ambos idiomas. También se recogieron los cadáveres y se cavaron tumbas para ellos por parte de ambos bandos. Al día siguiente, la guerra continuó, se recrudeció y no se dieron más momentos como el vivido en la Navidad de 1914, quizás porque los altos mandos que dirigían esos batallones, en 1915 ya no ocupaban ese puesto, o simplemente porque la guerra, que fue concebida para que durase muy poco tiempo, se alargó y se recrudeció.
Aún así, es un momento histórico, que ha sido llevado al plano artístico, ya sea en el música como en el cinematográfico. La película Joyeux Nöel (2005) hace una buena y fiel recreación del "milagro" navideño que se vivió en 1914.

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lunes, 9 de diciembre de 2019


¿Estaba loca Juana I de Castilla?


Casi todos, conocemos a Juana I de Castilla como "Juana, la Loca", pero ¿estaba realmente loca?

La imagen que se proyectó de esta reina "sin poder" desde prácticamente, su casamiento con Felipe "el Hermoso", por sus enormes ataques de celos, después por su padre Fernando II de Aragón (o "el Católico"), y su hijo Carlos I de España, para que no accediese al poder,y que fue promovida además en el Romanticismo, así como en el cine, en la literatura, o en otras manifestaciones artísticas. Antes de debatir sobre si estaba cuerda o no, debemos conocer algunos aspectos de su biografía:


Johanna I van Castilië
Juana I de Castilla, del Maestro de Affligem (circa. 1500), Museo Nacional de Escultura (Valladolid), Public Domain [09/12/2019 21:17]

Juana I de Castilla, nació en Toledo a finales de 1479, y murió en Tordesilla en abril de 1555. Nunca mostró signos de interesarse lo más mínimo por la religión, algo que su madre, Isabel I de Castilla o "la Católica" mantenía en el más estricto de los secretos. En 1496, con 17 años contrajo matrimonio con su primo tercero Felipe "el Hermoso" con quien tuvo 6 hijos. Al morir los hermanos de Juana, Juan e Isabel, y su sobrino, Miguel de la Paz, pasó a ser heredera de las coronas de Castilla y Aragón. En 1504, tras la muerte de su madre, fue proclamada junto a su esposo, reina de Castilla; y tras la muerte de su padre, fue soberana de las coronas de Navarra y Aragón. En teoría, era la reina de todas las coronas que conformaban la España del momento, pero no fue así, ya que desde 1506, su poder fue nominal, siendo el auténtico rey, su padre, o su hijo, Carlos I.
En 1520, el levantamiento comunero la sacó de su encierro para que encabezase la revuelta, a lo que ella se negó, y cuando Carlos I venció la revuelta, volvió a encerrarla en Tordesillas donde permaneció 46 confinada y maltratada por su carceleros. Su hijo, incluso dictaminó que debía tomar los votos aunque tuvieran que utilizar la tortura para convencerla.

Entonces... ¿Estaba realmente loca?

Mucho se ha escrito y especulado sobre el asunto. Muchos escritores han defendido la teoría de que sí padecía alguna enfermedad mental como esquizofrenia, depresión, un trastorno esquizoafectivo, posiblemente heredado por parte materna. Y alguno de los comportamientos de la reina ayudan a defender la teoría. El más conocido es cuando después de fallecer su marido Felipe "el Hermoso" y estando enterrado ya en Burgos, cumpliendo Juana con los deseos de su difunto marido, lo desentierra para enterrarlo en Granada y enviar su corazón a Flandes. Fernando II se negaba a que su yerno fuese enterrado en Granada antes que él, por lo que el cortejo fúnebre estuvo viajando (siempre de noche), por Castilla, al rededor de unos 8 meses, hasta que el séquito de eclesiásticos que los acompañaba fueron retirándose para ocuparse de asuntos más urgentes.
Todas estas teorías han perdurado en el imaginario colectivo hasta nuestros días, siendo la teoría más defendida en el siglo XX. Actualmente, se está tratando de "destruir" esa imagen que no tenemos la certeza que fuese cierta. Si sabemos, que tanto a su padre, Fernando II como a su hijo, Carlos I, les convenía recluir a su madre diciendo que no estaba cuerda para gobernar, ya que de lo contrario, ella debería haber reinado en Castilla por derecho mientras viviese.
Pese a todo, y mientras duró su vida, en los documentos oficiales apareció siempre su nombre como Reina de Castilla, aunque sólo fuese de forma nominal.

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